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La gota es una forma de artritis inflamatoria que ocurre cuando se acumulan cristales de urato monosódico (derivados del ácido úrico) en las articulaciones, lo que provoca una respuesta inflamatoria dolorosa. El ácido úrico es un subproducto natural del metabolismo de las purinas, compuestos que se encuentran en ciertos alimentos y bebidas. Normalmente, el cuerpo elimina el ácido úrico a través de la orina, pero cuando se produce en exceso o los riñones no lo eliminan adecuadamente, se forman cristales que se depositan en las articulaciones, causando la gota.

  1. Síntomas de la gota:
    Dolor intenso en las articulaciones:
    El síntoma más común de la gota es un dolor severo, especialmente en la articulación del dedo gordo del pie, aunque también puede afectar otras articulaciones como las rodillas, tobillos, muñecas o codos.
    Inflamación y enrojecimiento:
    Las articulaciones afectadas se hinchan, se enrojecen y se vuelven muy sensibles al tacto, lo que puede dificultar el movimiento.
    Calor en la articulación:
    La zona afectada puede sentirse caliente debido a la inflamación.
    Ataques repentinos:
    Los ataques de gota suelen aparecer de forma repentina y, a menudo, durante la noche. Los episodios pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas.
    Dificultad para mover la articulación:
    La inflamación y el dolor pueden limitar el rango de movimiento de la articulación afectada.
    Formación de tofos:
    En casos crónicos y no tratados, los cristales de ácido úrico pueden acumularse bajo la piel, formando bultos llamados tofos cerca de las articulaciones.
  2. Factores de riesgo de la gota:
    Niveles elevados de ácido úrico en sangre:
    Tener niveles altos de ácido úrico (hiperuricemia) es el principal factor de riesgo para desarrollar gota.
    Dieta rica en purinas:
    El consumo excesivo de alimentos ricos en purinas, como carnes rojas, mariscos, vísceras (hígado), y bebidas alcohólicas (especialmente cerveza) aumenta la producción de ácido úrico.
    Obesidad:
    El sobrepeso aumenta la producción de ácido úrico y reduce la capacidad del cuerpo para eliminarlo.
    Enfermedades renales:
    Si los riñones no funcionan correctamente, es más probable que el ácido úrico se acumule en el cuerpo.
    Consumo de alcohol:
    El alcohol, especialmente la cerveza, puede aumentar los niveles de ácido úrico en sangre.
    Medicamentos:
    Algunos medicamentos, como los diuréticos (utilizados para tratar la hipertensión), pueden elevar los niveles de ácido úrico.
    Genética:
    La predisposición genética también puede jugar un papel importante en el desarrollo de la gota.
    Edad y sexo:
    La gota es más común en hombres de mediana edad, aunque las mujeres pueden desarrollar la enfermedad después de la menopausia.
  3. Prevención de la gota:
    Aunque no siempre es posible evitar la gota, se pueden seguir ciertas recomendaciones para reducir el riesgo o prevenir ataques:
    Mantener un peso saludable:
    La obesidad es uno de los principales factores de riesgo, por lo que perder peso de manera gradual puede ayudar a reducir los niveles de ácido úrico.
    Evitar alimentos ricos en purinas:
    Limitar el consumo de alimentos ricos en purinas como carnes rojas, mariscos, vísceras y ciertos pescados (como sardinas y arenques) puede ayudar a controlar los niveles de ácido úrico.
    Reducir el consumo de alcohol:
    Especialmente la cerveza, que está asociada con un mayor riesgo de ataques de gota. Limitar o evitar el alcohol puede ayudar a prevenir los brotes.
    Hidratarse adecuadamente:
    Beber suficiente agua (al menos 8 vasos al día) puede ayudar a eliminar el ácido úrico a través de la orina y reducir la formación de cristales.
    Evitar los refrescos azucarados y bebidas ricas en fructosa:
    Estas bebidas pueden aumentar los niveles de ácido úrico, por lo que es mejor optar por agua o bebidas sin azúcar.

Si sospechas que tienes gota, es importante consultarnos para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento apropiado.